Algo se me fue contigo...

Como os prometí, empiezo el año con el firme propósito de no escribir sobre cosas tristes y eso voy a seguir intentando… Hoy he cumplido 36 añitos, ha sido un día normal y corriente… madrugar (me despertó el príncipe porque quería ser el primero en felicitarme… y sí, por la hora que era, lo fue…), recoger a Nolete, llevarlo a la guarde… trabajar muchisimo, como siempre (que se le va a hacer… y que no falte)… recoger a Nolete de la guarde, comer con él y con su padre (el nene estaba hoy muy madrero y me dio tanta penita…), volver a trabajar… Entre medios un montón de amigos se han acordado de mí (que ilusión más grande) y me han felicitado… mis niñ@s de Yokolandia… si es que son un sol… Fran, también se acordó y Laura… mi familia este año han tenido el detalle de hacerlo tarde pero dentro del día (otros años lo han hecho hasta una semana más tarde…. ya me tienen acostumbrada)… Un día normal…

Pero no era de esto de lo que quería hablar hoy… no… Hoy quiero dedicarle el blog a alguien muy especial… nació tres días después pero veinte años antes… MI MADRE. El próximo domingo hubiera cumplido 56 años, maravillosos años…. y me gustaría que la conocierais un poco mejor, por lo menos a través de los recuerdos que tengo de ella… Era una mujer impresionante, con una fortaleza envidiable, físicamente parecía una chinita… por algo dicen que tenemos antepasados filipinos… Metro y medio de mujer, pero muy torneada, una piel de porcelana blanca y lisa, sin imperfecciones, casi perfecta… el pelo lacio y negro como el azabache… y unos ojos… que envidia de ojos, negros y rasgados… llenos de vida y picardía… Tenía un caracter extrovertido y todo el mundo la conocía, no solo por lo sociable que era, sino porque no tenía nada suyo… todo lo regalaba… como supiera de alguien que necesitaba algo allí que se presentaba con lo que fuera… un mueble, comida, unas cortinas, ropa, un colchón… hasta dinero y eso que no nos sobraba… Claro, la mayoría de las veces a escondidas de mi padre… porque era un caso… En las fiestas era el centro, y eso que ni bailaba, ni cantaba, ni nada de nada… no porque no supiera, porque lo hacía muy bien, lo que pasa que era muy tímida para eso… o tenía demasiado sentido del ridículo… no sé… pero a todos encandilaba con su conversación y saber estar… Todavía hoy me paran por la calle para decirme lo mucho que la echan de menos y los buenos recuerdos que tienen de ella… Felicidades mamá, yo tambien te echo de menos…. Besitos…

"Algo se me fue contigo, madre, algo se me fue prendido, madre, en las alas de tu alma, madre, o en tu último suspiro, madre, esa eterna madrugada, madre, algo se me fue contigo, madre. Algo se me fue contigo, madre, algo siento que me falta, madre, las raíces de mi vida, madre, en tu vientre se quedaron, madre, en la tierra que tú abonas, madre, algo mío te acompaña, madre. Algo se me fue contigo, madre, las raíces de mi vida y de mi sangre..."

Rocio Jurado