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NO QUIERO!!!!

  • Silvia Almirón / Fotografía:Dora Román
  • 7 nov 2019
  • 2 Min. de lectura

Lunes, última hora de la tarde de un día cualquiera de noviembre. Salgo de mi clase de yoga y tras la meditación mis sentidos aún están adormilados. Me coloco los auriculares abrocho mi corta vientos, se nota el frío de la noche que comienza a llegar. La calle está muy tranquila, a lo lejos un adolescente juega con un patinete, enseguida me viene a la cabeza mi propio hijo. Camino lentamente con la música muy alta, sigo recogida en mi mundo interior. El chico se acerca, me dice algo que no consigo oír, me quito los auriculares y le hago un gesto para que repita lo que ha dicho, consigo con esfuerzo entender algo parecido a que si lo puedo ayudar, yo le contesto un “depende” que pretende ser amable. En ese momento escucho , desde una voz fina y educada, lo que me parece una grosería que mi mente se niega a recibir, acompaña sus palabras con un gesto obsceno de una de sus manos... Es en ese instante cuando entiendo el mensaje... ¡¡¡Me está pidiendo que lo ayude a masturbarse!!!... solo alcance a soltarle un “¿¿¿Tú eres tonto???, a lo que agachó la cabeza y se fue tal y como había llegado.

Tengo casi 50 años y lo primero que se me ocurrió fue mirarme en el primer escaparate y comprobar que mi ropa era la adecuada... Creo que en el fondo de mi ser buscaba una excusa para culparme por lo que acababa de pasar... Absurdo, si... pero lo hice, y me regañé por eso.

¿Por qué un imberbe de pocos años se siente con el derecho de abordar a una mujer, da igual la edad, y faltarle el respeto solicitándole un intercambio sexual de cualquier tipo, para que el no ha recibido invitación? ¿Por qué una mujer, da igual la edad, tiene que ir con miedo por la calle porque puede verse inversa en situaciones que la incomoden tremendamente? ¿Por qué, como mujer, ante situaciones similares lo primero que hacemos es mirar la hora, repasar nuestra ropa, intentar no caminar sola, etc., etc., etc...

Me ha costado varios días reunir el valor de contarle todo esto a alguien, lo he hecho venciendo la vergüenza e intentando entender cómo debería haber reaccionado, porque siento que no lo hice bien, que deje la puerta abierta a que volviera a repetirlo con otra mujer. Pero, ¿cómo se debe reaccionar, que debería haber sentido en lugar de vergüenza?

Sé que ésto no es más una anécdota, una tontería que pronto olvidaré, pero... siento que algo en mi se ha removido y me ha hecho pensar... Siento que no deberíamos aceptar nada parecido, que deberíamos decir basta. No quiero que me molesten, no quiero que me agredan, no quiero que me falten el respeto... Simplemente NO QUIERO!!!!!


 
 
 

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