El pozo de Aram...

Que no sería capaz una madre por un hijo… Todo…Buscar un pozo mágico, luchar contra un imposible, tragarse el dolor y renacer de las cenizas por él… El amor de una madre es el menos egoísta que existe… Como la madre que antes que partan a su hijo en dos prefiere perderlo en manos de otra mujer, así tuve que renunciar yo al mío… pero nunca lo perdí… La vida me ha recompensado con una relación muy especial con él, donde madre e hijo somos mucha más que eso, y cada segundo, cada instante se convierten en infinitos momentos de felicidad y cariño…Me costó mucho aceptar la situación, injusta para los dos, ya que ninguno quisimos que fuera así, pero hay manos que dirigen guiados más por el rencor y la venganza que por el amor y el respeto a su sangre. Lo cierto es que dentro de un ratito estaremos juntos, y ya me ha pedido “Mamá, solitos los dos, que tengo muchas ganas de ti…”… y yo aguantando las lágrimas me lo he comido a besos y le he dicho que yo también…. Estoy más pendiente del reloj que de lo que escribo… Cada día es más grande el amor y el respeto que siento por él, por ese hombrecito que crece fuerte y sano, y que le ha tocado madurar tan rápido…Sólo espero poder ir guiándole los pasos para que no repita errores de otros, para que al menos él sea digno de llamarse hombre…y lo será, sé que lo será porque tiene un corazón que se le sale, y un genio espantoso (pero bueno, intentaremos limarlo)… Mi príncipe, el único dueño de mi corazón…

“Ayer, entre sueños lo vi tan claro. Soñé, un lugar, un pozo sagrado. Soñé, que mi hijo estaba curado. Y hable, con aquella anciana llorando Mi niño en la mirada tiene una noche infinita. El pozo de tu sueño esta en Aran en la Gran Isla. Hoy veras, la luz que inunda todo. Veras, por fin, el sol sobre nosotros. Veras el cielo, grande azul y limpio. Vas a ver dónde se unen cielo y mar Con la vida en tus ojos. Se bien, es difícil aunque quisiera. Hacer, que toda la vida florezca. Que hoy, termine por fin esta espera. Que hoy, pueda ver mi niño esta tierra. Hoy pido a las estrellas que bendigan este agua. Que el mundo no te ciegue. Que tu noche sea clara…”

Carlos Núñez